RESILIENCIA

Wow, qué año!

Acá estamos ya en la recta final de este año histórico y me pareció oportuno contarles un poco cómo ha sido este 2020 para NOMELLAMO.

Lo que pintaba como un año normal en enero, se desconfiguró en marzo. De golpe nos quedamos con cajas de pedidos que nos fueron cancelando uno por uno.

Esto fue la primera semana de pandemia.

Yo estaba con 7 meses de embarazo y pensé que no estaba de más una pausa.

Era entretenido leer los memes, muy impactante ver al mundo transformarse, vernos a todos encerrarnos.

Mi pausa tardó una semana. Al pensar que iba a dejar a mis chicas sin trabajo, me llené de angustia, la verdad es que uno tiene un compromiso enorme con la gente con la que trabaja y saber que si no les llevaba trabajo no hay otro ingreso es una sensación espantosa. Además, NOMELLAMO tiene responsabilidades mensuales que no se pueden esquivar.

En un chat de amigas, una de ellas preguntó si conocíamos a alguna costurera que pudiera hacer 10 mil cubrebocas. Inicialmente no le dí mucha importancia, pero ya pensando en que no tenía trabajo (ni para mí ni para mi equipo) le escribí y le pregunté si todavía necesitaba ayuda.

Así nació el equipo #OldLivesMatter, mi amiga (Gaby) en Washington, el amigo de mi amiga (Ale) en Suecia y yo comenzamos a darle forma al proyecto de Ale: poner de moda los cubrebocas acá en Costa Rica. Por cierto, esta persona sacó de su bolsillo una cantidad importante de dinero únicamente para tratar de hacer conciencia sobre la importancia de usar cubrebocas. ¿Cuánta gente se compromete de esta forma con una causa?

Para no hacer el cuento muy largo… comenzamos con Ale, luego con empresas y sin darnos cuenta ¡terminamos haciendo 25 000 cubrebocas en 3 meses!

No les puedo explicar el nivel de locura que fue… bizarro también y sobre todo estresante.

Hasta que nació Alicia.

 Y esa fue la pausa obligatoria.

Fue hermoso verdaderamente tomar 3 meses de licencia de maternidad, sin pandemia, probablemente no habría parado, como hice con mi primera hija Julia.

Recién regresé en setiembre a trabajar, ahora sí, retomando proyectos inspiradores, artísticos y divertidos con NOMELLAMO… la historia de los cubrebocas ahora siento que fue hace como 3 vidas atrás.

Cuando pienso en todo lo que pasamos nosotros en NOMELLAMO para sobrevivir, es inevitable pensar en todas las otras personas que conozco que tienen proyectos, emprendimientos y pequeñas empresas.

Todos hemos tenido que hacer milagros, transformarnos, adaptarnos, aguantar.

Yo siempre que puedo regalo diseño costarricense, prefiero las producciones artesanales, hasta reviso en el supermercado si lo que voy a comprar esta hecho en Costa Rica.

Así que cuando nos encontremos con la recomendación de: Compre local, pensemos en la historia de quienes producen lo que compramos. Es realmente importante preguntarnos hoy más que nunca qué (y quién) esta atrás de lo que consumimos. De fijo va a ser una historia de resiliencia, de esas que inspiran.

Me despido primero dando gracias a quienes, nos siguen apoyando comprando NOMELLAMO y también con una petición: Apoyémonos, promovámonos y disfrutemos todo lo lindo y lo rico que se hace en Costa Rica.